«Hai peixes que son moi económicos, así que non sirve dicir que os produtos do mar son caros. Tampouco que non temos tempo. Precisamente no showcooking imos amosar tódalas preparacións que se poden facer en poucos minutos». El cocinero Miguel Mosteiro es una de las piezas claves de No mar da lonxa de Laxe, unas jornadas de promoción de los productos marineros y la pesca artesanal que comienzan hoy en la localidad.
En realidad, ayer ya hubo un aperitivo de lo que se va a vivir el fin de semana y fue en forma de longueirón y navaja, que se sirvieron gratuitamente en el Peirao Vello. Comenzaron también las alianzas. Una de ellas es la que la cofradía estableció con la comisión de fiestas, que colocó ahí el bar como apoyo a la actividad gastronómica y para recaudar fondos. Otra colaboración va un poco más allá y repite del año pasado. Es la que estableció el pósito con el Concello de Coristanco. De este municipio son las patatas que se servirán con el pescado frito a razón de 5 euros el plato, al igual que la ración de empanada de pescado y de navaja y longueirón.
NIÑOS
También habrá actividades para los niños, un público del que están muy pendientes en la cofradía laxense, que desarrolla durante el curso el programa Os peixes van á escola. Hoy habrá asimismo tiempo de reencuentros. Los humoristas Xosé Antonio Touriñán y Carlos Blanco estarán por la mañana y serán nombrados embajadores de los pescados y mariscos de Laxe. También hoy, de noche, será el momento del arroz. Miguel Mosteiro hará uno caldoso en una paella de dos metros de diámetro. Evidentemente, la preparación incluirá productos del mar de la lonja.
CASI CUARENTA ESPECIES DIFERENTES EN UN DÍA NORMAL DE SUBASTA
El cocinero Miguel Mosteiro destacó la enorme variedad de oferta de una lonja como la de Laxe, en tanto que el secretario de la cofradía, Antonio Devesa, alaba la frescura del producto. En un lugar así, el pescado se come a las pocas horas de haber salido del mar.
De ambas cuestiones son garantes los compradores habituales de la zona, de la que se abastecen desde comedores escolares hasta los mejores restaurantes. El abanico de posibilidades queda reflejada en la actividad oficial de la rula, de la que se da cuenta a la Consellería do Mar. Un día normal es posible encontrar casi cuarenta especies diferentes, desde el sabroso rodaballo hasta el congrio pasando por lenguado o la más humilde faneca. El pescado constituye el grueso de las ventas en esta rula, pero también hay algunos mariscos como el bogavante o el longueirón que en la última subasta rodó los 10 euros. Ayer se sirvió a la plancha, con aceite de limón, la mejor forma de hacerlo, según el cocinero Miguel Mosteiro. Fueron 100 kilos los que se sirvieron en el Peirao Vello.
En las otras especies los precios están siendo bastante moderados. Los pescados finos, que suelen terminar en restaurantes, llegan hasta los 25 euros, pero se pueden encontrar opciones mucho más económicas, como la juliana y el sargo. En julio subieron mucho las descargas. Barcos de Porto do Son y algún punto de la Costa da Morte eligieron Laxe para descargar los topes de bocarte y también hubo cantidades importantes de sardina y jurel, dos especies que probablemente estarán presentes en las preparaciones de Miguel Mosteiro para el fin de semana.
Laxe, como el resto de los puertos de la Costa da Morte, va perdiendo flota porque es difícil la renovación generacional. Se mantienen activas unas cuarenta embarcaciones, pero cada vez son más pequeñas por la dificultad de conseguir tripulación. Los topes de pesca tampoco ayudan. En lo que va de año han descargado 220 toneladas y los ingresos andan por los 780.000 euros.
En las otras especies los precios están siendo bastante moderados. Los pescados finos, que suelen terminar en restaurantes, llegan hasta los 25 euros, pero se pueden encontrar opciones mucho más económicas, como la juliana y el sargo. En julio subieron mucho las descargas. Barcos de Porto do Son y algún punto de la Costa da Morte eligieron Laxe para descargar los topes de bocarte y también hubo cantidades importantes de sardina y jurel, dos especies que probablemente estarán presentes en las preparaciones de Miguel Mosteiro para el fin de semana.
Laxe, como el resto de los puertos de la Costa da Morte, va perdiendo flota porque es difícil la renovación generacional. Se mantienen activas unas cuarenta embarcaciones, pero cada vez son más pequeñas por la dificultad de conseguir tripulación. Los topes de pesca tampoco ayudan. En lo que va de año han descargado 220 toneladas y los ingresos andan por los 780.000 euros.
Fuente: La Voz de Galicia.